Desgraciadamente, no vamos a ver una mejora en las cifras de desempleo en un futuro próximo, sino que nos tendremos que enfrentar a un futuro con menos empleos.
Creer que en los próximos años se crearán muchos más puestos de trabajo es situarse en el optimismo extremo, incluso si la economía mejora, cosa que no parece que vaya a ocurrir. Los políticos podrán hacernos todas las promesas que quieran y repetir consignas acerca de la creación de empleo, pero están engañando a los electores y puede que incluso a sí mismos. Nadie puede *crear* puestos de trabajo de la nada.
El estallido de la burbuja inmobiliaria ha mandado a muchos trabajadores al paro, y es poco probable que el sector se recupere en el medio plazo. España construía más que ningún otro país en Europa, pero los empleos en el sector de la construcción no van a volver a ser los que eran. Por otra parte, la globalización y el “outsourcing” han provocado el traslado de la producción de los países desarrollados a los emergentes, en un goteo lento pero imparable.
Pero este no es el principal problema. La nueva economía es más reducida en cuanto a empleos porque la tecnología prima la eficiencia sobre el crecimiento.
Fijémonos en lo que planea para los próximos tres años la firma taiwanesa Foxconn, fabricante del iPad: la sustitución de empleados por un millón de robots que no se quejan, no necesitan descansar y no se suicidan, aumentando así la producción a la vez que se disminuye el coste. Un movimiento impecable desde el punto de vista de la eficiencia económica, pero negativo desde el del empleo.
Escojamos un ejemplo al azar – las editoriales y los periódicos. Se han perdido muchos puestos de trabajo en esos sectores, y la realidad es que no van a volver. Sí, se crearán nuevos puestos, especialmente gracias a los emprendedores, pero con el advenimiento de Internet ha aparecido un nuevo ecosistema periodístico y editorial que da empleo a menos personas.
La siguiente amenaza para las pequeñas y medianas empresas dedicadas a la venta directa está en el comercio online y no en las grandes superficies, salvo que sepan adaptarse a él y aprovecharse de las nuevas oportunidades que ofrece.
Mientras tanto, nuestros líderes insisten en tratar de resucitar antiguos mercados y se aferran a fórmulas tradicionales. En lugar de poner parches, la única solución es apoyar a los emprendedores para que puedan crear empleo – aunque sea en menor cantidad – y una mayor riqueza. También es necesario invertir en la educación y la cualificación de los jóvenes y los desempleados y, sobre todo, en eficiencia – como, por ejemplo, la eficiencia energética.