Últimamente he conseguido manejar mis finanzas con un éxito suficiente como para sentirme cómoda, pero no tanto como para llegar a donde me gustaría. Mi presupuesto va bien, vivo con menos de lo que ingreso y puede permitirme explorar oportunidades de hacer dinero basadas en mis pasiones. Por otra parte, todavía no gano tanto como quiero y todavía no me he hecho un plan de pensiones o un seguro de enfermedad privados.
Es esta situación, hay que buscar fórmulas de motivación. En el pasado esto era muy sencillo porque tenía que salir de deudas, así que mi motivación era evidente. Ahora, con unas cuentas saneadas, es más difícil. Muchas veces oír las historias que otras personas tienen que contar ayuda bastante, o pensar en nuevos objetivos, pero esto a veces puede perder efectividad.
Hay una cuestión muy simple que nos puede ayudar a cambiar nuestro punto de vista y deshacernos de la autocomplacencia:
¿Qué harías sí, desde mañana, tus ingresos se viesen reducidos a la mitad?
Para que nos podamos beneficiar de esta pregunta, es importante que dejemos de lado los detalles. No importa cómo o por qué esto ocurre, ni si es posible que algo así pase; tenemos que centrarnos en los pasos que daríamos si tuviésemos que vivir con la mitad de nuestros ingresos a partir de mañana. Muchas personas tendrían que hacer cambios radicales.
Es posible contestar a esta pregunta desde la perspectiva de los gastos o desde la de los ingresos (volver a ganar más dinero rápidamente). Ninguna de las dos es mejor que la otra, y ambas merecen ser exploradas al máximo.
Desde la perspectiva del gasto, tendremos que decidir de dónde recortar para sobrevivir; y desde la perspectiva de los ingresos, tendríamos que dar con una solución que nos permita conseguir doblarlos con rapidez. ¿Cuáles serían de forma realista los primeros gastos que suprimiríamos y los primeros pasos que daríamos para volver a recuperar nuestro anterior nivel de ingresos?
Una vez que hayas hecho una lista respondiendo a estas dos perspectivas de la pregunta, probablemente querrás aplicarla, incluso aunque tus ingresos se mantengan. Por ejemplo, un primer paso sería vender el coche extra en el caso de una pareja, o cancelar la televisión de pago, o gastar menos en la cesta de la compra. En esta situación mental, es posible pensar en áreas de nuestro presupuesto en las que nuestros gastos no están tan optimizados como querríamos. Es lógico que quieras probar muchas de las ideas que te surjan o, por lo menos, dar algunos pasos para que la diferencia entre tu estilo de vida con el 100% y el 50% de ingresos no sea tan grande.
En cuanto al lado de los ingresos, podemos pensar en obtener un segundo trabajo, empezar un negocio aparte o conseguir nuevos clientes. Tal vez descubras oportunidades en las que nunca habías pensado mientras haces este ejercicio mental y, lo que es mejor, te puede ayudar a generar nuevos ingresos, aunque no te lleve a doblar tu renta actual.
Así que la próxima vez que sientas que te estás acomodando en el área financiera, intenta ver a dónde te conduce esta pregunta. ¿Cuáles serían los primeros gastos que suprimirías para sobrevivir? ¿Y los primeros pasos que darías para ganar más? ¡Quién te dice que los resultados de este experimento no te sorprenderán positivamente!
Si te ha gustado este artículo y hablas inglés, visita a nuestro proveedor getrichslowly.com.