El valor de las acciones

Es la pregunta del millón para miles de “pequeños y medianos inversores” en el momento de plantearse una inversión: ¿El precio de una acción es igual que el valor de la misma? Esta pregunta suele ser habitual a la hora de empezar su andadura en el complejo mundo de la inversión en los mercados de valores.

Como bien sabemos por anteriores artículos publicados en esta sección de Consejos de Bolsa, lo que al final determina la cotización en el mercado de un valor o acción determinada es la oferta y la demanda de dicho activo financiero. El equilibrio entre estas dos fuerzas bursátiles se verá roto en un sentido u otro por la mayor presión registrada según se ejecuten más órdenes de compra o por el contrario de venta, lo que se traducirá en una subida o bajada del precio.

La valoración de los inversores sobre una empresa cotizada en Bolsa es la que produce que actúen la oferta o demanda de títulos, y en ella predominan dos factores muy importantes como son la esperanza de futuros beneficios de la empresa, así como su potencial de crecimiento. Dentro de los distintos parámetros a estudiar para una buena valoración de una acción entrará también la confianza de los inversores en el sector, la situación del ciclo económico actual, rentabilidades históricas, etc.

A continuación, veamos algunos ejemplos de lo que en el argot bursátil de denomina “valor”, referido bien a una empresa o simplemente a sus títulos cotizados:

• Valor contable: Es el resultado del valor de una empresa dividido entre su número de acciones cotizadas.
• Valor de mercado: Cuando se refiere a una empresa es la capitalización bursátil de la misma, producto de multiplicar el precio actual de una acción por el número de ellas admitidas en Bolsa.
• Valor nominal: Se calcula dividiendo el capital social de la empresa entre el número de acciones cotizadas.
• Valor de una acción en el mercado: Es el precio al que cotizan los títulos de una empresa en el mercado de valores cada sesión bursátil y éste se verá afectado en su fluctuación según actúen la oferta y la demanda de las acciones.
• Valor fundamental: Su cálculo es bastante más complejo, debido a que en él influyen factores como las previsiones de beneficios, recursos propios, variaciones en las divisas, pronósticos de futuras ventas, modificaciones legislativas, etc.

EL VALOR FISCAL DE LAS ACCIONES

En las acciones cotizadas en el mercado de valores, una vez que se realiza su compra-venta, su resultado financiero puede ser de obtención de ganancias –plusvalías- o de pérdidas –minusvalías- Para dicho cálculo, se compara la diferencia entre los gastos de inversión y el valor de su enajenación y el resultado final será el que determine la fiscalidad correspondiente. Cuando dicha transmisión se produce, las ganancias se considerarán con carácter general incluidas en la base imponible del ahorro y su tributación al fisco será variable entre un 21% al 27%.

Para fiscalizar los dividendos obtenidos por los inversores, la Agencia Tributaria, los considera rendimientos del capital mobiliario incluyéndolos a su vez en la base imponible del ahorro y en la actualidad su tributación está marcada por tramos que oscilan entre:

1. De 0€ hasta 6.000€ al 21%.
2. De 6.001€ hasta 24.000€ al 25%.
3. Superior a 24.000€ al 27%

También debemos recordar, que los primeros 1.500€ anuales cobrados por dividendos estarán exentos de tributación -cuando las acciones cotizadas estén en posesión del inversor dos meses antes- Por lo tanto, como hemos podido comprobar “El valor de las acciones” tiene muchas caras o conceptos distintos dependiendo que parte del activo financiero se deba apreciar o estudiar y no se debe confundir con el precio, ya que éste último… a veces… ¡¡¡ No tiene nada que ver con su valor !!!

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La frase elegida para este artículo dice así: “El contribuyente es una persona que trabaja para el Gobierno pero sin haber hecho las oposiciones a funcionario”, Ronald Reagan.