Los tiempos de los altos tipos de interés quedaron atrás y de momento, mientras el Banco de España no diga lo contrario, la rentabilidad de los clásicos depósitos a plazo tan utilizados históricamente por “los pequeños y medianos ahorradores” ha quedado en niveles que difícilmente superan el 2% en periodos superiores a los 12 meses.
Las diversas crisis financieras surgidas en varios países de la zona euro desde hace algunos meses y la volatilidad de los mercados de valores, han traído el miedo y la preocupación lógica a los clientes de las entidades financieras especialmente en los países periféricos europeos en los que está incluida España. Hablando de crisis, hace años al otro lado del charco –en Argentina- apareció una terrible palabra… “CORRALITO”, hasta entonces desconocida por el gran público, especialmente por los humildes ahorradores que habitualmente solían depositar su dinero en la Caja o Banco de confianza… vamos… ¡ El de toda la vida !
El efecto mediático del llamado “corralito” fue el de generar una gran incertidumbre financiera mundial ante la posibilidad de que los clientes pudieran perder parte del capital depositado en una entidad o, en el menor de los casos, no poder disponer de la totalidad del depósito, salvo en cantidades muy pequeñas de efectivo.
Para colmo hace unos meses apareció el fantasma corralito dentro de la Unión Europea con la crisis financiera en Chipre acompañado del «fraude de las preferentes» y a partir de ese momento muchos ciudadanos españoles se plantearon la idea de “recoger los dineros del banco y guardarlos en casa”. Partiendo de la base de que cada uno puede hacer lo que quiera con su dinero y llegado el tiempo estival donde abundan las ausencias de los domicilios habituales, veamos algunos de los lugares más comunes donde se suelen guardar los ahorros y los riesgos que esta actitud tan humana puede plantear para sus propietarios:
- En la habitación principal bajo el colchón: Es todo un clásico… pero también para los ladrones, por lo que aunque se ha inventado una especie de colchón-caja fuerte siempre será el primer sitio donde “los cacos” irán a buscar.
- Utilizar una caja fuerte: La instalación de la misma suele ser en la pared (detrás de un cuadro) o en el suelo de un armario empotrado entre otros lugares de obra, por ello, si buscan la caja fuerte romperán toda “la obra” susceptible de contener la preciada pieza del botín, igual no la encuentran… pero el daño físico en el inmueble estará hecho.
- Escondido en los muebles: La diversidad de muebles del hogar facilita la utilización de una mesa o sillón para este menester de esconder el dinero, no obstante, las tareas de bricolaje no deben ser muy complejas para cada vez que se requiera realizar un “ingreso o reintegro” en el objeto decorativo elegido.
CONSEJOS PARA LUGARES MENOS COMUNES
Una vez conocidos los sitios más habituales para camuflar los ahorros y los problemas que nos pueden acarrear esta actitud de protección personal del capital familiar fuera de la seguridad de las entidades bancarias, seguiremos viendo otras opciones un poco más avanzadas en la técnica del escondite ante los amantes de lo ajeno:
- En el cuarto de baño: Y especialmente en la cisterna del aseo, también muy conocido y que presenta el riesgo de la protección del dinero ante un factor de muy peligroso para nuestros intereses como es… ¡¡El agua!!
- En un falso enchufe: Una vez colocado sin cables –por supuesto- el hueco formado puede servir como habitáculo de seguridad para los ahorros. Siempre que a los ladrones, no les dé por comprobar el voltaje de la vivienda en los enchufes más sospechosos.
- El truco de la baldosa: No deja de ser otro clásico, y es adecuado para profesionales de la paleta o aficionados al cemento-cola. Requiere de alta capacitación técnica (con el nivel de agua), especial habilidad con el junteo de las baldosas y es especialmente recomendado para realizar depósitos a largo plazo debido a la dificultad en su elaboración.
Como podemos imaginar, son muchos los lugares donde se puede guardar el dinero en el hogar y estos van desde los ya comentados hasta otros del tipo frigoríficos, televisiones antiguas, muñecos diversos, libros, botes de cremas o productos de cocina, la habitación de los niños, el jardín o en el patio (los exteriores son siempre más peligrosos por los vecinos curiosos)…etc.
A veces el lugar más a la vista resulta ser el menos buscado, pero siempre debemos tener en cuenta, los riesgos físicos personales que conlleva el guardar grandes cantidades de capital monetario en el hogar, sobre todo si se trata de personas de avanzada edad o empresarios y profesionales que suelen manejar por su trabajo altos volúmenes de efectivo. Las entidades bancarias españolas en la actualidad no pueden dar superiores rentabilidades que las autorizadas por el Banco de España en su lucha por evitar la “guerra de depósitos en tiempos pasados” y seguir con el necesario saneamiento del sector, mientras a los clientes de perfil muy conservador solo les quedan las opciones de realizar depósitos que casi igualen a la inflación anual con la seguridad que ofrece una entidad bancaria o realizar ejercicios de arriesgada imaginación encubridora para decidir: “Voy a guardar mi dinero en casa”… Ante esta decisión … ¡¡¡ Que la suerte les acompañe !!!
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La frase elegida para este artículo dice así: “Los tímidos tienen miedo antes del peligro; los cobardes, durante el mismo; los valientes después”, Jean Paul.
4 Responses to “Voy a guardar mi dinero en casa”
Miguel Angel
@Zonyum :
Efectivamente, como bien indicas son múltiples las formas de «ingresar el dinero en casa».
No obstante, la imaginación hispana es muy grande por parte del «ahorrador» y a su vez, del que intenta realizar un «reintegro no autorizado» 🙂
La idea principal del artículo está orientada hacia el riesgo asumido por guardar el capital en el hogar en vez de tenerlo en el banco.
Será cuestión personal y privada de cada individuo, pero como está el mundo es para pensárselo dos veces.
A vuestro criterio.. ¿Existen algunas otras opciones para proteger nuestro capital?
Zonyum
El corralito mientras estemos en la comunidad europea es prácticamente imposible pero si ocurriera también podrá ser junto a un cambio de moneda que tiraría al traste con todo el dinero guardado dentro o fuera de una entidad bancaria, por tanto, o te marchas con tu dinero a vivir a otro país o te quedas y lo guardas en un sitio otro. Pero como el escondite en casa no da el 2% que si dan la mayoría de entidades bancarias en depósitos que suelen llamar libres (de libre disposición) creo claro cual es el lugar más práctico y seguro, el de toda la vida y este es el banco. Pero tampoco seamos alarmistas con los escondites en casa, existen muchísimos modos de ocultar el dinero sin que le sea fácil al ladrón encontrarlo. Lo primero es hacer un «ingreso» (por seguir el juego de palabras del articulista), pequeño pero a fondo perdido en una caja fuerte lo más simple posible y en el primer lugar que buscarían, detrás de un cuadro o espejo, este será un placebo para que no busquen la de verdad y la de verdad ha de ser pequeña, pero con aletas o estrías para permitir anclarla a la obra, preferiblemente pared maestra, techo o suelo, de manera que ofrezca poca superficie a la visión frontal, a buscadores de metal o a los golpecitos para ver si suena hueco, por ejemplo tras un zócalo justo donde por detrás parta una pared verticalmente, en el techo sobre le floron de la lampara, en el interior de una lata (que no sea de cerveza sino igual la cojen) ue abremos abierto por un costado para vaciar y meter el dinero embolsado para luego mojarla y dejar que se congele en un cajon del congelador, de vez en cuando le echamos un poco de agua para asegurar que se queda congelada con el cajón y se le pone alimentos encima … y podria seguir per oesto también lo pueden leer los cacos 😉 aunque no sean tan listos ni los ahorradores tan tontos.
Eduardo Jimenez
Guardar
el dinero en bancos o debajo de la cama es un dilema. En ambos lugares pueden
suceder cosas que hagan que pierdas parte o todo lo que has ahorrado. Aunque considero
que aunque se tengan que pagar tasas, en una cuenta (bien bloqueada para que ni
tú la puedas usar) quizá puedan durar más… al menos yo dinero que veo, dinero
que gasto
Miguel Angel
Bueno,
quizá sea una opción lo de gastarlo y además es un derecho de cada individuo.
No obstante, el post parece que está dirigido especialmente para los ahorradores que historicamente han depositado su capital en renta fija, especialmente en
depósitos a plazo, y que ven como la rentabilidad de los mismos en la actualidad llega a un nivel inferior al 2%, lo que les supone valorar la conveniencia de renovar los citados depósitos.
Luego está el miedo a los corralitos y quiebras de entidades bancarias, momento de riesgo supuestamente superado en España.
Algunos piensan que para que me lo quiten en casa…¡¡ Mejor que lo busquen en el banco !!… y es que hay gente para todo.
¿Alguién tiene otra visión u opinión diferente sobre el tema?